Muchas cosas han cambiado y las empresas deben re-orientar su forma de ofrecer sus servicios. La ÚNICA manera para hacerlo es escuchar la voz del cliente: si antes era clave, ahora es imprescindible.
La preocupación por el futuro inmediato durante una crisis es verdaderamente el conductor de nuestro cerebro personal y empresarial y los mensajes que nos envía son de todo tipo menos creativos y positivos.
Aprender de tu propia experiencia, de los jefes, compañeros y subordinados en el entorno laboral, vía formaciones externas… son algunas de las vías para adquirir conocimiento. Todas son clave, pero ¿por qué no son suficientes?